Quieren posicionar a De la Sota como referente de la centroderecha. La movida en ese sentido fue ordenada por la propia Presidenta.
Potenciar su perfil de “centroderecha”, como parte de su histórica estrategia de contar con una oposición para la “centroizquierda” que entiende representar. Esa es la razón de fondo del oficialismo para llevar adelante la singular embestida de ayer contra José Manuel de la Sota a raíz del incidente con la ministra de Industria, Débora Giorgi.
La carga, inédita contra un gobernador en casi una década de administraciones kirchneristas (cinco ministros o equivalentes salieron al cruce de De la Sota), sucedió además en momentos en que el hasta hoy principal referente de esa “centroderecha”, Mauricio Macri, aparece concentrado en atender la gestión (asumirá el manejo del subte) en el distrito que gobierna, en vez de enfrentarse retóricamente a la Rosada.
Sugestivo resultó, por otra parte, que pese a las coincidencias que desde hace un tiempo han hecho públicas De la Sota y Macri, nadie desde el macrismo haya salido ayer a respaldar al cordobés ante la embestida kirchnerista. Un anticipo, entienden fuentes del gobierno nacional, de lo que ineludiblemente sucederá en fechas más cercanas a las elecciones: “Para entonces tendrán que unificar o no personería”, dicen a sabiendas de que ni uno ni otro por sí solo tienen, al menos hoy, poder de fuego electoral como para frustrar los planes oficialistas en las legislativas de 2013.
Las fuentes del Gobierno nacional consultadas por este diario confirmaron la presunción obvia de que la Presidenta fue quien ordenó la carga pesada sobre De la Sota, al que le reconocen haber logrado el hecho político buscado: “confrontar con la Rosada”.
Dentro de la lógica presidencial, ayudar a posicionar a De la Sota como referente de la “centroderecha” sería funcional a que tenga una expresión político-institucional el sector de los argentinos que protagonizó la masiva protesta del 8-N
No hay comentarios:
Publicar un comentario