La mujer le había dicho que estaba embarazada y le mostró un test casero, pero el hombre desconfió y descubrió que era mentira al realizar una consulta en el hospital con el médico que debía atenderla.
La Sala G de la Cámara Civil consideró la actitud de la mujer como "de suma gravedad en el entorno en que ambos esposos deseaban tener un hijo".-
El matrimonio se había casado en abril de 2006, pero un año y medio después ella –LMC por sus iniciales– pidió el divorcio al denunciar que PLG había abandonado el domicilio para irse a vivir con su madre.
Sin embargo, el hombre declaró en el juicio de divorcio que se había ido de la casa cuando se enteró que su mujer había simulado estar embarazada y pidió que la separación sea declarada por culpa de ella.
La mujer relató que una semana después que su marido se fue de la casa se reunieron en un café a conversar y comenzó a sentir un dolor abdominal, por lo que fueron a atenderse al Hospital Sirio Libanés, donde le dijeron que podía estar embarazada. En su casa, la mujer se hizo un test de embarazo que le dio positivo, a pesar de lo cual PLG no quiso continuar con la relación.
El esposo dio otra versión de los hechos: dijo que no estaban separados cuando se reunió con su mujer en un bar y que se fueron a atender al hospital, pero allí le diagnosticaron un dolor hipogástrico y no un posible embarazo.
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