En su momento, chimentos ligero decían que había un ex fiscal acusado por una presunta comisión del delito de usurpación, para decirlo fuera de las figuras jurídicas, el hombre habría intentado cercar tierras que no le pertenecen.-
Si es así, ¿ Por qué no habrían de pintarle los dedos?.- ¿Por qué no habrían de prontuariarlo?.- ¿Acaso es una persona especial?, ¿Acaso estamos ante una nueva categoría de ciudadanos, de una casta, linaje ó abolengo de la que pretenden algunos políticos pertenecer?, ¿Acaso existen categorías para la justicia?.-
Acaso la Constitución Nacional cuando habla de igualdad, se refiere a similitudes pero no a igualdades?.-
Si no era así, en su momento pedí permiso para las dos últimas preguntas, ¿ó el ex fiscal en cuestión no es un ciudadano?, ¿ó sencillamente la Constitución Nacional para ciertas personas, tiene distingos más que evidentes?.-
Finalmente, debemos inculcar, como se hace con los mas pequeños, la practica de los buenos modales, tomar la torta con los utensilios y como corresponde (léase que la justicia lo haga del marco legal) y así demostraremos que podemos ser todos iguales ante la torta, porque si no, prefiero los malos modales, que todos la coman sin la cuchara ó el tenedor, comerla de la manera que nos ensucien (pinten) los dedos a todos por igual.-
Que a ese ex fiscal investigado, si ha comido una torta y encima como un invitado “colado” a la fiesta, que le ensucien los dedos, hablando claro y pronto, de ser culpable, de no ser dueño de ese terreno, supuestamente usurpado, que la justicia le pinte los dedos.-
Para el final, traigo un gran ejemplo sobre lo que citaba anteriormente, aunque venga de otro país: condenaron a casi 11 años de prisión al ex jefe de gabinete de Lula.-
La Corte Suprema de Brasil condenó a 10 años y 10 meses de cárcel a José Dirceu, ex hombre fuerte del gobierno del líder del Partido de los Trabajadores. La pena es por compra de votos en el Congreso.
El ex ministro José Dirceu, principal acusado en el llamado juicio del siglo por corrupción en Brasil, fue condenado ayer por la Corte Suprema a 10 años y 10 meses de prisión por su responsabilidad en la compra de votos en el Congreso durante el gobierno de Lula.
Dirceu, un abogado brasileño de 66 años y ex jefe de gabinete entre 2003 y 2005, fue presentado por los jueces del Supremo Tribunal Federal (SFT) como el principal responsable de la red de sobornos a congresistas que operó durante el primer gobierno de Lula (2003-2007).
"La responsabilidad del procesado es extremadamente elevada. Él se valió de sus posiciones de mando y prominencia, tanto en el Partido de los Trabajadores como en el Gobierno federal" para incurrir en delitos de corrupción, señaló el magistrado Joaquim Barbosa, relator del proceso.
El STF también sentenció a José Genoino y Delubio Soares, ex presidente y ex tesorero del Partido de los Trabajadores (PT, de izquierda), respectivamente, por su participación en el esquema de corrupción que enlodó el partido de la mandataria y sucesora de Lula, Dilma Rousseff.
Genoino, un ex guerrillero y ex diputado de 66 años, recibió una pena de 6 años y 11 meses de prisión, mientras su copartidario (57 años) deberá cumplir 8 años y 11 meses.
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