ME DA UNA MONEDA?

Siento la lástima, antes que la molestia, siento la bronca, antes que el desprecio, siento dar,  antes que negar, pero esta situación, es de nunca acabar.-

Cómo podemos sentirnos, quienes en un bar nos estamos llevando una taza de café caliente a la boca y de repente nos sorprende un niño mendigo realizando la tarea de todos los días con la misma súplica y el mismo temblor en el cuerpo, “me da una moneda”, el niño tiene frío, está mojado, pero debe continuar su peregrinación hasta  que los gobiernos y la sociedad encuentren la llave para cerrar el candado de la puerta que los pueda contener en sus hogares ó en los ámbitos que ese niño, a su edad debe frecuentar.-

 

Nos damos cuenta que el frío llegó y los niños mendigos siguen en la calle, si hasta me da la impresión que se multiplicaran y también se sumaran mis dudas en el momento de negar la “limosna” que pudiera ser un acto homicida, porque el hambre destruye, el hambre debilita, el hambre mata, entonces la única voluntad que nos queda, es la de dar esa moneda que puede tener el valor de un día mas de vida de ese pequeño pregonero que va cantando su pobreza.-

 

No podemos quedarnos tranquilos saboreando el café en el bar de siempre hasta que no haya una mendicidad cero en este país, pero para esto, los otros “pregoneros”, los de la política, que por estos días hay de bastantes, los del poder y los gobiernos, deben brindarle una salida a los padres de estos niños que no nacieron de una “pompa de jabón”, sino que son sus progenitores,  los responsables del cántico callejero diario que dice: “señor me da una moneda, me da una moneda señor”.-

 

Tal vez no sea la intención de ellos que sus hijos mendiguen, pero deben darse cuenta que esos pequeños seres humanos están expuestos y hasta altas horas de la noche muchas veces, si hasta parecen olvidados de la protección de Dios.-

 

Usted me podrá decir que siempre hubo pobres y mendigos, pero no le parece mentira que en la mesa de ricos comensales exista la indiferencia hacia esos pobres angelitos que viven sometidos a la humillación de una limosna y no sean los de servilleta en pecho los encargados de elaborar un proyecto para acabar con esto, no me diga que no lo pueden hacer, mejor dicho, me incluyo, no lo podamos hacer.-

 

En esta reflexión les propongo algo mas, cuando estos niños sean mayores, recordarán su infeliz infancia y las mayorías de ellos tendrán sus corazones llenos de rencor hacia la sociedad que nada les dio y, a modo de revancha, muchos de ellos se transformarán en gente del mal vivir, y les pido a Ustedes queridos amigos de este blog, que me disculpen por tanto pesimismo en el futuro de estas criaturas,  la mayoría robarán, matarán, se prostituirán, traficarán drogas, serán violadores, adictos a estupefacientes u otros males menores.- La culpa y la condena llegarán tarde, serán inocentes culpables, serán injustos condenados.-

 

Señores de la política, hace frío ya y fíjense en los talones desnudos de los pequeños mendigos, en la mano extendida de todos los días de esas criaturas que repican: “señor me da una moneda, me da una moneda señor”, ó a Ustedes señores candidatos ninguno les pide una “ayudita”, pues, si no se la piden, fije su mirada mas allá de la narizota de mentiroso y por una sola vez, aunque mas no sea, dígale la verdad a la pobreza con un proyecto que pueda aliviar tanta pobreza.-

 

Futuros legisladores, tomen ustedes la iniciativa si no la toman los Ejecutivos Provinciales ó Nacionales.-

Gracias por la ayuda.-