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DIEGO MENDIETA |
Una noticia que causó tristeza, pena, rabia e impotencia se generó ayer con la muerte del pelotero paraguayo Diego Mendieta, que hacía un año tres meses estaba chutando en el fútbol de Indonesia. La rabia es porque la muerte de este muchacho se debió a que fue totalmente abandonado a su suerte por parte de su club, el Persib, que hacía seis meses no le estaba pagando su salario.
Esto obligó al jugador a sufrir penurias de toda laya. Primero porque no tenía siquiera para comer y como el efectivo no llegaba nunca tuvo que vivir como pudo, viviendo en pensiones de cuarta categoría y exponiéndose a todo tipo de enfermedades. Es así que se supo que contrajo la enfermedad llamada tifus (causada por la picadura de piojos, pulgas y garrapatas), a raíz de la cual fue internado hace unas semanas y el club Oñembotavy, dejándolo abandonado a su suerte.
Finalmente, la fiebre alta, la falta de una correcta atención para estos casos y principalmente la soledad en la que estuvo, lo condenaron y ayer falleció.
Su esposa Valeria, comentó que justo estaba para viajar junto a su marido de 32 años, cuando recibió la noticia. Declaró que hace un par de días habló por teléfono con Diego, quien le había dicho que estaría solo un par de días y que no sabía qué era lo que realmente tenía. “Dame dos días, voy a ponerme bien y después vení a buscarme”, comentó ayer a la tarde a la 730 AM. El Consulado paraguayo en Indonesia ya está realizando trámites para que el cuerpo de Mendieta pueda ser trasladado a nuestro país y ser sepultado. Mendieta jugó en clubes de Segunda de nuestro país y era argentino de nacimiento.
15 mil dólares
La doña también explicó que el club le debe a su marido unos 15 mil dólares. “El club ni siquiera le dio una mano, fueron más bien sus compañeros los que le ayudaron”, se lamentó la mujer. Los médicos del hospital dijeron que recién hoy darán a conocer de qué falleció oficialmente.
Nunca cumplen lo pactado
Indonesia siempre tuvo un trato kure con los peloteros que van de esta parte del continente. Muchos paraguayos fueron y volvieron por la sitú esclavizante que atraviesan, como lo sufrió Mendieta. Se les promete un salario atractivo y una vez que llegan ahí, otroite es la realidad. Ya fue denunciado varias veces ante la FIFA, que ya amenazó con desafiliarlo. Años atrás, una partida de peloteros paraguayos volvieron porque no aguantaron el trato que se les daban en los clubes. Se sabe que actualmente muchos paraguayos siguen jugando en ese país. Édgar Rolón (ex Guaraní y otros clubes), Ireneo Acosta Collante, en su momento Lorenzo Cabañas, y varios otros, son algunos de los que fueron a tentar suerte.
En el caso de Diego, su mamá, María Ramona Oviedo, había lanzado un pedido desesperado hace unas semanas pidiendo una ayuda para su hijo, relatando justamente que estaba abandonado a su suerte. “Por favor, mi hijo está enfermo, no cobra la plata que le deben, pido que me ayuden”, reclamó. Lamentablemente nadie la escuchó y ahora ya nada se puede hacer.
Fuente: Christian "el gurú" Nacimbera
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