miércoles, 27 de febrero de 2013

HISTORIA DE UN PERRO FIEL


Miguel Guzmán llegó un día a la casa con Capitán en brazos y se lo regaló a Damián, el menor de sus hijos, que hoy tiene 13 años.
Casi de inmediato se creó un lazo muy fuerte entre el amo y su perro, que no se cortaría con la muerte.
Miguel enfermó y murió en marzo de 2006 en un hospital de la ciudad de Córdoba. Y su cuerpo fue sepultado en el cementerio de Carlos Paz sin que el perro tuviera ningún contacto con él.
Capitán deambuló unos meses sin rumbo por el barrio de su amo y después desapareció.
Nadie supo más de él hasta enero de 2007, cuando Verónica, la viuda de Miguel, y Damián, fueron al cementerio a visitar su nicho y se encontraron sorpresivamente con el 
perro.
Los cuidadores del campo santo dicen que al anochecer el perro suele ir caminando hacia el fondo del lugar y se recuesta cerca del nicho de Miguel.
Y Capitán vuelve de vez en cuando a la casa donde se crió, da una vuelta como si estuviera de visita, y regresa nuevamente al cementerio para “acompañar” a su amo.
Hace poco los veterinarios del municipio que lo atienden, lo curaron de una infección urinaria y detectaron que tiene un problema en la vista muy difícil de tratar.
Desde la Institución Protectora de Animales Desamparados (Ipad) comenzaron a programar una campaña para que se consigan los medios para tratar esa afección.
“Este perro nos regaló una historia hermosa y tenemos que hacer algo por él”, dijo una de las mujeres 

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