SE PROPONE PARO GENERAL CON CORTES EN CIEN RUTAS PARA EL 15 DE MAYO

El secretario general de la CTA, Pablo Micheli, anunció ayer el plan de lucha tras el congreso nacional de esa central sindical, que contó con la presencia de su par de la CGT, Hugo Moyano, y los referentes políticos del FAP, Hermes Binner, y de Proyecto Sur, Fernando “Pino” Solanas.
Micheli indicó, en relación al paro de actividades propuesto, que la conducción de la CGT, según transmitió Moyano, discutirá para hacerlo conjuntamente”, pero “si la CGT no nos acompaña, nosotros haremos el paro con cien cortes de ruta, como ya demostramos que estamos en condiciones de hacer”, amenazó.
De esa manera, volvió a tender puentes con el líder de los Camioneros, quien al transmitir un saludo sostuvo: “Nosotros estamos en la pelea, en donde estuvimos siempre, con ustedes, y con los trabajadores argentinos” y apuntó que “la convivencia” entre las dos centrales sindicales, afianzada tras su distanciamiento del gobierno nacional, es algo que “debemos aprender los argentinos”.
Moyano también prometió invitar a Micheli al próximo congreso de la CGT “si el Gobierno no nos interviene antes”.
A su turno, Micheli hizo un balance de la acción de la CTA disidente en los últimos dos años, recordó, a modo de “autocrítica”, la crisis de la central por la pelea con el sector afín al kirchnerismo, que insumió varios meses en la definición de la conducción, y cuestionó al Gobierno nacional.
Sostuvo que el paro de ambas centrales realizado el 20 de noviembre del año pasadofue “un golpe tremendo para este Gobierno” y dijo que fue producto “de la unidad de acción en estas condiciones, que es respetando la diversidad” entre ambos nucleamientos.
Además, opinó que “da vergüenza tener estos gobernantes” -en alusión al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri; el gobernador bonaerense, Daniel Scioli; el intendente platense, Pablo Bruera, y la presidente Cristina Kirchner, al referirse al problemas de las últimas inundaciones en la ciudad de Buenos Aires y La Plata.
Pero, también, dijo que “da vergüenza que todavía no se haya creado una alternativa política” al Gobierno nacional, y se preguntó “por qué no podemos soñar con tener un presidente obrero”.
Aunque aclaró que “la CTA no es un partido político, no es la oposición, tenemos diferencias de clases con quien gobierna este país, que es una multimillonaria que prioriza los negocios con las grandes empresas”, pero insistió en la necesidad de “romper en octubre la hegemonía” del kirchnerismo en el Congreso mediante “la unidad del campo popular con una propuesta de izquierda combativa, revolucionaria que termine con esta vergüenza”.