El vocero del Vaticano, Federico Lombardi, sostuvo que el Pontífice tiene programada una sola salida al extranjero: Brasil. "Los invito a no esperar otros viajes este año", indicó.-
Distintas versiones no confirmadas oficialmente daban cuenta de la visita del Papa a la Argentina en diciembre próximo. Sin embargo, el padre Lombardi, vocero papal, puso paños fríos al señalar que Francisco tiene programado un solo viaje al extranjero este año y se trata de Brasil.
Francisco viajará a tierras brasileñas en julio para participar de las Jornadas Mundiales de la Juventud. "Los invito a no esperar otros viajes este año", aseguró Lombardi, y agregó: "No creo que vaya a Argentina este año".
Durante un encuentro con periodistas en la sede la prensa extranjera en Roma, Lombardi contó que el Sumo Pontífice recibió invitaciones de numerosos países, pero que por ahora sólo tiene programado el viaje a Brasil.
Lombardi no descartó además que Francisco publique este año su primera encíclica, que se inspirará en la que estaba preparando su predecesor, Benedicto XVI, sobre fe y razón.
"La elaboración de ese texto estaba muy adelantada", aseguró el religioso, quien estuvo a cargo de la oficina de prensa del pontífice alemán hasta su renuncia, el 28 de febrero pasado.
Según Lombardi, el papa emérito, Benedicto XVI, deberá trasladarse "a finales de abril o en los primeros días de mayo" de la residencia veraniega de Castel Gandolfo, a las afueras de Roma, a un monasterio dentro de los jardines del Vaticano que le están adecuando.
Lombardi contó también que el papa Francisco "se siente a su gusto" en la actual residencia Santa Marta, donde se aloja, y que por ahora "no parece que quiera cambiar" al amplio y elegante apartamento privado papal en el palacio apostólico.
"Aunque no es una decisión definitiva", precisó.
El religioso jesuita reconoció que la decisión de Francisco de vivir en el hotel para los cardenales del Vaticano genera problemas de organización para las personas que trabajan con él.
Francisco reside en un departamento en el segundo piso de la residencia Santa Marta, cuyas ventanas asoman hacia la parte interna del Vaticano, y si bien durante la jornada se desplaza a su estudio privado en el palacio apostólico, entre mármoles y tapices, en la tarde regresa a su sencillo alojamiento.
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