martes, 16 de abril de 2013
BELGRANO CERCA DE LA SUDAMERICANA
Show para los que dicen que el Pirata no juega bien. Goles de Melano, Márquez y Farré. Con los 13 puntos que la B tiene en el Final quedó muy cerca de la Sudamericana.
El amor es siempre incondicional. Pero está la necesidad de que sea recíproco. Y eso te pone exigente. Sí, lo querés con toda tu alma. Te encanta todo lo que hace por vos. Pero querés más.
El hincha de Belgrano se paró detrás del alambrado y se aferró a esa ilusión que trae desde hace tiempo. Cuando mira al equipo defender, lo hace tranquilo. Pero quiere más, arriba. Y anoche lo tuvo. El Pirata es un equipo que hace rato convence con su manera de defender, con su entrega, con su inteligencia táctica, con su compromiso.
Por eso es que las miradas se posan sobre los que tienen que generar. Y convertir. Y, anoche, esos también cumplieron.
Es como que, si no está el Picante Pereyra en cancha, la fe pierde un poquito de fuerza cuando la B ataca. Y hablan en las tribunas. Que Melano se agrandó. Que a Márquez le queda grande la categoría. Que los otros se rompen el orto para quitarle la pelota al rival y estos no saben qué hacer cuando se las dan.
Pero en las últimas horas del lunes, ese embole, esa ansiedad no tuvo lugar. Es que Belgrano jugó un partido redondito. Atrás, como siempre. Adelante, como sus hinchas quieren.
Belgrano salió a imponer condiciones desde el inicio. Presionó bien y estuvo fino con los pases para sorprender a una defensa rival que tuvo una noche para el olvido. Melano sacó provecho de ello y el pibe abrió el marcador. Tempranito. Y, en una acción individual, combinó la fórmula pirata: quitar, sorprender y definir. Y qué manera de definir. Tac, abajo, con Tripodi desparramando, como una lágrima en el cortado.
Y al pibe le salió del alma el gestito: “Hablen ahora”. Sí, todos hablaron. Afuera de la cancha, a pura loa. Adentro, con un lenguaje futbolístico que el Celeste suele mostrar en cuentagotas. Pero que anoche pareció un discurso a pura conjunción poética. Todos enchufados, en la misma sintonía. Y con Márquez cada vez más afianzado en su rol. Casi 10 meses le costó. Y claro, si viene del Argentino A. Otro ritmo, otro nivel de rivales, otras presiones. Pero acá se ven los frutos. Se adueñó de la pelota, fue la usina de creación y metió un golazo que sorprendió por capacidad de ejecución. Sobre todo a Trípodi. 2-0 ante un rival anonadado.
Después, otro golpe de nocaut, a poquito del inicio del complemento. La Cerveza salió a copar espacios en campo rival, pero se olvidó de ocupar los suyos en el propio. Y en una linda contra, Márquez apareció por derecha y lo dejó sólo a Farré. 3-0 y fiesta total. Con fútbol total. Al 9, lo reemplazaron a los 28 y se llevó la ovación de su vida. Los “Olé, olé-olé-olé, Cuqui, Cuqui” van camino a ser el nuevo hit por Alberdi. Belgrano jugó su mejor partido del campeonato y se sigue acomodando en la tabla y acercándose a la Copa Sudamericana. Incluso, pudo hacer más goles. Si sigue jugando así, el camino, sin dudas, será más corto. Sí, que hablen. Que hablen todos de lo que hace Belgrano.
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