Ninguna las acepta o les pone trabas para continuar con el servicio. La Superintendencia de Salud recomienda denunciarlas.
María está afiliada a la Obra Social para la Actividad Docente (Osplad) desde 2008. Cuida tres niños en una casa de familia, donde siempre estuvo en blan¬co. Pero en enero pasado, la obra social le avisó que la daban de baja porque tenía, supuestamente, aportes impagos. Le reclamaban septiembre de 2012 y agosto de 2011. Los llevó. Después, le pedían diciembre de 2012 y septiembre de 2011. Llevó toda la serie de comprobantes pagos, los de ella y los de su empleadora también. Le dijeron que en marzo la iban a reincorporar. Cuando fue a averiguar, le pidieron el cupón de octubre de 2010. “Hace cuatro meses que me dan vueltas, no me quieren tomar”, dice.
Josefina quiere registrar a su trabajadora. Sacó la clave fiscal para ingresar al registro de Afip y se ofreció a averiguarle a Noelia, su empleada, que obra social la puede recibir. Llamó a la Obra Social del Personal Aeronáutico (Ospa), donde le di¬jeron que sí podían recibirla, pero que tenía que hacer un aporte complementario de 750 pesos. Llamó a Construir Salud (Uocra) y le dijeron que, por el momento, “atendían sólo al personal de la construcción y que la página está desactualizada”. También llamó a Ospia (del personal de la alimentación) y le dijeron que no recibían “porque desde Buenos Aires no les mandaban los formularios”.
Las tres obras sociales figuran en el padrón de más de 300 que ofrece la Superintendencia de Servicios de Salud para que las trabajadoras del servicio doméstico puedan elegir cobertura de salud.
“Las trabajadoras pueden elegir cualquier entidad de ese listado, está actualizado y la tienen que recibir”, indicaron a este diario fuentes de la Superintendencia. Si eso no sucede, hay que hacer la denuncia a la entidad nacional (ver Todo el personal... ).
“Nos dicen que hay un listado de obras sociales, pero cuando la trabajadora va, no la quieren registrar porque dicen que no somos rentables”, asegura Alcira Burgos, del Sindicato de Amas de Casa.
Por eso, el gremio local hizo un contrato con la Obra Social de Conductores de Taxis de Córdoba, como antes tuvo con los grá¬ficos. “Es la única obra social que tenemos disponible, de¬bemos tener unas 500 afiliadas”, dice. Para acceder, la trabajadora tiene que afiliarse sí o sí al gremio (20 pesos mensuales) y, la primera vez, pagar otros 20 por el trámite de afiliación.
De todos modos, funcionarios de la Superintendencia insistieron en que esa opción no es obligatoria y que existe una obra social de la actividad: Obra Social del Personal Auxiliar de Casas Particulares, que en Córdoba funciona en 27 de abril 704, (0351) 423-2682.
Cambios. Hasta antes de la nueva ley del personal de casas de familia, la trabajadora tenía obra social cuando se desempeñaba más de 16 horas a la semana en un hogar. Con 60 pesos mensuales (que suben desde mayo a 100 pesos), accedía a la cobertura sanitaria. Ese pago está a cargo de la trabajadora, aunque en la práctica, lo asumen muchos empleadores. La empleada también podía sumar los aportes personales de diferentes trabajos para alcanzar la cuota de la cobertura de salud.
La nueva ley aún no ha reglamentado ese punto. Por el momento, se mantiene la misma escala de aportes. Por lo tanto, la cobertura de salud la tendrá quien trabaje más de 16 horas semanales en un hogar o sume los aportes (ahora obligatorios) de trabajos de pocas horas en diferentes familias.
Desde la afiliación, la trabajadora tiene derecho a las prestaciones ambulatorias, consultas, prácticas y diagnósticos. A los tres meses se agrega internación, plan materno infantil, 40 por ciento de cobertura en medicamentos y ciento por ciento en oncológicos. A los seis meses, alcanza alta complejidad. La cuota mensual, además de la obra social, da derecho a pensión por invalidez y fallecimiento.
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