TRADUZCA: DE LA SOTA CON BARRIONUEVO

DE LA SOTA CON LUÍS BARRIONUEVO

José Manuel de la Sota participó de un asado con su principal impulsor a la Presidencia en el 2015, el gastronómico Luis Barrionuevo de quien dijo que lo une una amistad desde “hace muchos años”, al tiempo que volvió a reflotar una enigmática alianza con Mauricio Macri luego de que descartara ir a una interna con él para definir el primer lugar en la futura fórmula, porque “no es peronista”, y se diferenció de Daniel Scioli al entender que el bonaerense marca la continuidad con “algunos cambios” y “nosotros pensamos que son necesarios más cambios”.
No se privó De la Sota de hablar de casi todo lo que le preguntó la prensa, excepto de las antenas de la TDA sobre las que fue bastante escueto en sus conceptos, al tiempo que al ser consultado si su posición defendía al Grupo Clarín dijo: “No, de ningún modo”.
El gobernador cordobés, no descartó ayer una eventual alianza con el jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri, al entender que “es bueno que dirigentes de distintos partidos políticos conversemos sobre cómo arreglar los problema que la gente tiene”, en momentos en que «siembra el camino» de cara a los comicios de 2015.
De la Sota lo expresó en el hotel Sasso de Mar del Plata, donde se llevó a cabo el tradicional asado anual del gremio de los gastronómicos que lidera Luis Barrionuevo, donde además expuso que tiene «una relación muy buena con Mauricio (Macri), lo conozco de hace varios años, tenemos ideas distintas en muchas cosas, y por eso estamos en partidos políticos distintos”.
Barrionuevo es un polémico sindicalista de la derecha peronista que ascendió al conocimiento público en la década del noventa por sus frases: “En este país nadie hace plata trabajando” o “Si dejamos de robar dos años el país se salva”. No obstante, Barrionuevo volvió a saltar a la consideración pública cuando se postuló como gobernador de su terruño, Catamarca, y mandó a sus hustes a quemar las urnas al enterarse que los resultados no lo favorecían. La maniobra casi le costó su banca en el Senado, aunque finalmente logró zafar. El próximo tres de marzo se cumplirán diez años de ese penoso accionar antidemocrático. 
Casado en segundas nupcias con la diputada nacional Graciela Camaño, del Peronismo Federal, ambos tienen expectativas en que De la Sota remonte con éxito la cuesta hacia la postulación presidencial en 2015 y por esa razón fue invitado al asado de los gastronómicos. Ahora, Barrionuevo, preside la CGT Azul y Blanca, una central que agrupa a unos pocos gremios distanciados del gobierno nacional.
En cuanto a sus intenciones presidenciales para 2015 el gobernador cordobés manifestó que “falta mucho” y refirió que “estamos simplemente sembrando un camino, con una expectativa correcta”. 
“Las expectativas que tenemos son muy buenas, porque Argentina tiene una oportunidad que le brinda el mercado mundial de consumo que es muy importante, dejando de lado las peleas entre los argentinos”, completó De la Sota en la rueda de prensa.
El gobernador apuntó que “buscamos la Argentina del diálogo y del entendimiento y que el peronismo recupere lo que son sus valores” y agregó que el peronismo “nunca sembró odio y aquellos que siembran odio y división o no son peronistas o se olvidaron de serlo”.
Según De la Sota las críticas al gobierno nacional “no son malintencionadas” y aclaró que “quiero que a la presidenta (Cristina Fernández de Kirchner) le vaya bien, porque quiero que a mi país le vaya bien”. 
Y en cuanto a los escraches al vicepresidente Amado Boudou y al viceministro de Economía Axel Kicillof, el gobernador insistió en no condenar los ataques, al señalar que “los que gobiernan tienen que pensar muy bien qué origina estos escraches” y refirió que “no es lindo que sucedan, pero hay que ver las causas”. 
Según el mandatario mediterráneo, el gobernador bonaerense Daniel Scioli “es la continuidad con algunos cambios, y nosotros pensamos que hace falta más cambios, con poca continuidad en algunas cosas”. 
De la Sota también ensayo futuras propuestas de campaña, como el caso de “bajar un diez por ciento el IVA a la canasta de alimentos básicos, con lo cual disminuiría un 10% los precios de los productos de la canasta familiar», en una medida similar a la que intenta Brasilia.