AGUSTÍN Y JOAQUÍN BUSTOS FIERRO |
La familia Bustos Fierro llegó ayer a Córdoba luego de permanecer casi dos años en Estados Unidos donde Agustín y Joaquín, de 16 y 11 años, recibieron un trasplante de médula debido a la adrenoleucodistrofia que padecen. Su padre, Javier, dijo que “la enfermedad y el daño cerebral están frenados”. Ahora seguirán el tratamiento de recuperación en nuestro país.
Javier Bustos Fierro, padre de los hermanos Agustín y Joaquín, quienes ayer arribaron a Córdoba luego de recibir un trasplante de médula en los Estados Unidos debido a la adrenoleucodistrofia que padecen, aseguró que «la enfermedad y el daño cerebral están frenados».
Así lo señaló Javier poco después de su llegada al Aeropuerto Internacional Ambrosio Taravella de Córdoba.
Los hermanos Agustín (16) y Joaquín (11) Bustos Fierro retornaron después de casi dos años ausencia por su viaje a Estados Unidos para recibir sendos trasplantes de médula por la enfermedad cerebral que padecen.
Javier Bustos Fierro indicó que sus hijos «tienen bajas las defensas. No tienen que estar expuestos a lugares concurridos, tienen que estar aislados y con barbijo. Se tienen que cuidar de todo tipo de virus y bacterias», y precisó que trajeron desde los Estados Unidos la medicación que deberán recibir cada dos meses.
Por su parte, Agustín, portando un barbijo lo primero que dijo fue: «Quiero estar con mis amigos y comer un asadazo», y añadió que volvía a Córdoba «a ver el ascenso de Talleres», que juega en el Argentino «A».
Los hermanos Bustos Fierro viajaron a Estados Unidos en mayo de 2011 junto a sus padres y sus hermanos Matías (8) y Sofía (14), aunque ella regresó hace un año.
El 27 de junio del mismo año fue trasplantado Joaquín y algunos días después Agustín, en el Hospital Universitario Amplatz de Minneápolis en el estado de Minnesota, donde iniciaron el tratamiento de recuperación y un riguroso seguimiento de su evolución.
Agustín tuvo problemas en la piel y Joaquín en los pulmones, al sufrir ambos un cuadro denominado «rechazo contra el huésped», que ocurre cuando la médula trasplantada no reconoce el organismo donde entró.
Los hermanos llegaron en un vuelo que tocó tierra en el Aeropuerto Córdoba Ambrosio Taravella, donde los esperaban numerosos familiares y amigos, que en un ambiente festivo les dieron la bienvenida.
El control de los jóvenes y su evolución estarán a cargo de profesionales cordobeses que han mantenido frecuentes contactos con sus colegas del Norte, de modo que están al tanto de la evolución y el tratamiento aplicado luego de los trasplantes.
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