El conjunto de Carlos Bianchi le ganó por 1 a 0 al equipo de Guayaquil y podrá clasificarse a los octavos si Nacional vence este jueves a Toluca. Nicolás Blandi marcó el gol en el primer tiempo.
Boca Juniors necesitó luchar hasta el último minuto para sumar una victoria clave en su objetivo de avanzar a la segunda ronda de la Copa Libertadores
2013, al derrotar anoche a Barcelona de Ecuador por 1 a 0 en un discreto partido disputado en La Bombonera y correspondiente al Grupo 1.
Nicolás Blandi el dio el triunfo al equipo de la Ribera, el primero como local hasta el momento en el certamen, al aprovechar un descuido defensivo de la última línea ecuatoriana.
Con este resultado, Boca suma 9 unidades y es líder absoluto de las posiciones del grupo, aunque con un partido más que Nacional de Uruguay y Toluca de México, que jugarán hoy.
En caso de que la formación uruguaya de Rodolfo Arrubarrena gane el compromiso, Boca se habrá asegurado su pase a los octavos de final del torneo continental.
El partido en la Bombonera resultó apenas discreto, pese a que Boca apareció en la cancha decidido a llevarse los tres puntos a cualquier precio y en la primera parte tuvo el protagonismo absoluto de las acciones.
En el complemento, en cambio, se lo vio atado por lo nervios y la necesidad objetiva de una victoria lo obligó a defenderse muy cerca del arquero Agustín Orión, una de las figuras de la noche.
Boca arrancó a toda velocidad, se metió de prepo en el campo de Barcelona en busca de abrir rápidamente el marcador, objetivo fundamental para poder jugar con tranquilidad y manejar la pelota con inteligencia.
Una parte del plan logró cumplirlo, ya que Blandi aprovechó una falta de concentración de la última línea del Barcelona y abrió el marcador a los 8 minutos del primer tiempo.
Pese a la ventaja, Boca mantuvo el pie sobre el acelerador frente a un adversario que había apostado su poderío ofensivo a un momento de inspiración de su principal figura, Michael Arroyo.
En ese marco trató de hacer circular la pelota a través de sus hombres más técnicos, Walter Ervitti, Paul Fernández (en lugar del lesionado Pablo Ledesma) y Juan Román Riquelme, aunque fue Leandro Somoza quien mejor rindió en ese primer tramo del juego.
El ex Vélez se hizo dueño de las acciones en el sector de gestación y le permitió al equipo recuperar la pelota y atacar por el lateral derecho, procurando aprovechar las dudas que tenía Juan Carlos Paredes a la hora de marcar.
Pese a ello volvió a exhibir algunos desacoples defensivos que no pudieron ser aprovechados por el equipo ecuatoriano.
A los 24, Matías Oyola tuvo una chance clara para alcanzar la igualdad, pero finalmente el mano a mano fue para el arquero de Boca que defendió su área como un zaguero más.
A los 30, un cabezazo de Blandi en el travesaño dio indicios de que Boca estaba vivo y de que Carlos Bianchi no se había equivocado a la hora de elegirlo entre Santiago Silva y Lucas Viatri.
Tras el descanso el dueño de casa procuró desplegar el mismo libreto de la primera parte, pero tropezó con las necesidades del Barcelona, que de a poco lo fue metiendo contra el arco de Orión.
El juego se hizo intermitente, se golpeó más de lo que se jugó y el partido terminó siendo chiquito, lejos de la grandeza que los hinchas le piden a este Boca de Bianchi.
Es más, cerca del final, el juez brasileño Ricardo Márques Ribeiro dejó seguir el juego después de que al volante Damián Díaz del Barcelona lo tumbaran dentro del área boquense, cuando quedaba cara a cara con Orión: todo el equipo ecuatoriano le reclamó penal al árbitro.
Boca ganó, es cierto pero las dudas persisten y habrá que trabajar mucho para alcanzar un mínimo de funcionamiento colectivo que le permita mirar el futuro con optimismo. Por ahora no le sobra nada y el margen de error cada vez es más estrecho.
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