viernes, 9 de agosto de 2013

LA HISTORIA DE CÓRDOBA YA NO TIENE QUIEN LA ESCRIBA . . .

EFRAÍN URBANO BISCHOFF
Efraín Urbano Bischoff hizo historia. Se fue a sus 100 años, luego de haber dedicado toda su vida a investigar y narrar los acontecimientos.-
Su vieja máquina de escribir Olivetti, ubicada sobre el escritorio lleno de papeles, lo va a extrañar. Ayer al mediodía, a raíz de los achaques propios de su edad, falleció el reconocido escritor Efraín Urbano Bischoff.
Historiador, periodista, actor de radioteatros, investigador universitario, conductor de tele y hasta tanguero: en sus 100 años Bischoff hizo de todo y con maestría… Aún así, renegaba de ser llamado “profesor”.
Nacido en Ensenada, Buenos Aires, don Efraín llegó de adolescente a territorio cordobés, donde se afincó con su familia. Aquí –en Cruz del Eje– escribió sus primeros textos, a los 17 años, como periodista en el tradicional periódico La Idea, de esa ciudad del norte.
Poco después, se mudó a Córdoba, a donde fue precursor en la radiofonía, mas precisamente como actor de radioteatros. “Fue allá por 1932, con Rulfo Candori, ‘El último trovero’. Yo me encargaba de los diálogos”. A los pocos días, hice mi primera intervención sobre un escenario, en el desaparecido Teatro Edén de San Vicente”, supo contarle a Día a Día el longevo escritor.
Su pasión por escribir lo llevó a trabajar en varios diarios de nuestra ciudad (de hecho todavía era columnista de Comercio y Justicia) y a ser autor de poemas y tangos. En su rol de historiador, si bien al principio no escribía sobre Córdoba, con el tiempo fue interesándose por los personajes y recovecos de nuestra historia.
Y vaya si lo hizo: arrancó publicando el libro “Córdoba de 1811”, y no paró de producir material sobre “La Docta”, sus barrios y su pasado colonial. En total llegó a publicar 320 títulos, aunque la mayoría tiene sus ediciones agotadas en las librerías hace años.
Lleno de afecto. Más allá de su profusa producción intelectual, durante toda su vida supo cosechar infinidad de afectos: desde colegas que iban a consultarle todo tipo de datos a su casa de calle Isabel la Católica, hasta ex alumnos o compañeros de juntadas de la Peña Libertad o La Junta Provincial de Historia.
Pero su gran amor, sin dudas, fue Felisa Arce, la cordobesa con la que se casó en 1940 y compartió buena parte de su vida, en barrio de Alta Córdoba. Con Felisa, que falleció en los años ‘80, Efraín tuvo dos hijos, Eduardo y Susana, padres de sus siete nietos y sus fieles acompañantes durante los últimos años, tanto dentro como fuera de su casa. Y es que en los últimos tiempos las piernas de Efraín no le permitían recorrer la ciudad con la sola ayuda del bastón; sus hijos eran sus “cómplices preferidos” de paseos por las calles cordobesas.
“Me siento un privilegiado, porque no todos llegan a los 100 años. Ahora bien, espero que el homenaje no sea sólo por cumplir tantos años, sino también por las cosas que hice”, le decía a este diario Don Efraín hace casi un año, en su cumple.
Y evidentemente fue así: a Bischoff, Córdoba lo va a extrañar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario