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| PAPA FRANCISCO |
Tras la misa de Domingo de Ramos celebrada ayer, la Semana Santa del Papa Francisco, uno de los períodos más agitados del año para la Iglesia Católica, prosigue el día jueves cuando oficie por la mañana la misa crismal, en la que el Sumo Pontífice junto a los cardenales de la capital italiana bendecirán el santo óleo que se utiliza en las parroquias romanas para las confirmaciones y la unción de los enfermos.
Más tarde, y en una novedad impuesta por el propio Francisco en consonancia con su deseo de una Iglesia para los más relegados, el Papa dará inicio al Triduo Pascual con la celebración de la Misa de la Cena del Señor en un centro penal para menores y no en la catedral de Roma como es habitual.
El Viernes Santo, el Sumo Pontífice encabezará por la noche el Vía Crucis en el Coliseo romano, luego de celebrar sobre las 17 horas la pasión del Señor en la Basílica de San Pedro. Este año, según informó la oficina de prensa del Vaticano, las meditaciones del Vía Crucis recordarán el viaje del ahora Papa emérito Benedicto XVI al Líbano, con el objetivo de que los fieles tengan "presente en sus oraciones a Oriente Próximo, sus problemas y a las comunidades cristianas en aquellas tierras".
En tanto, el sábado por la noche Francisco celebrará la vigilia de Pascua en la Basílica de San Pedro a las 20:30.
Para finalizar la semana, Francisco presidirá la Misa de Pascua de Resurrección en la Noche Santa, e impartirá la clásica bendición "urbi et orbi" ("a la ciudad y al mundo"), su segunda desde que asumió el pontificado, en la cual se saluda a los presentes en varios idiomas desde el balcón central de la Basílica del Vaticano.
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