De la Sota, Moyano y Lavagna quieren cerrar un acuerdo que les permita ser alternativa electoral en octubre. Quieren convencer a Massa, al que miran como la carta ganadora.-
Se acerca Semana Santa y el peronismo no está en orden. El sector más duro del peronismo disidente puso fecha para un segundo encuentro que trate de ser el inicio de un armado de consenso para enfrentar al kirchnerismo.
El tiempo pasa, los minutos corren y todavía el peronismo no sabe desde qué lugar de poder le disputará el armado electoral al oficialismo. La sede será Córdoba y el anfitrión será el gobernador, José Manuel de la Sota. Será la segunda reunión después de la primera cena que se realizó la semana pasada, en la ciudad de Buenos Aires. La fecha concreta está por definirse, pero con seguridad se realizará entre el 7 y el 14 de abril.
El primer paso se dio en una cena entre el gobernador cordobés; el secretario general de la CGT, Hugo Moyano; el ex ministro de Economía Roberto Lavagna y el diputado nacional y jefe de la Juventud Sindical, Facundo Moyano. En esa reunión se decretó que el objetivo primordial es lograr “una foto de unidad” y a partir de ahí construir un frente electoral.
Para la segunda reunión se sumarán, casi con seguridad, el gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta; el ex gobernador chubutense, ya lanzado en su candidatura a diputado nacional, Mario Das Neves y el sindicalista petrolero de Neuquén, el moyanista Guillermo Pereyra, candidato a senador nacional. En la última hora, también se lanzó el nombre del senador por Santa Fe, Carlos Reutemann, como posible participante.
Las invitaciones ya están siendo cursadas. No se tratará de un evento masivo pero sí de una reunión que sirva como encuentro formal. Una suerte de cumbre peronista, de un sector que intenta mostrarse con intenciones claras de gobernabilidad. "La foto será clave", le confirmaron a Infobae.
Entre cordero patagónico, el particular menú de la última cena que eligió Moyano padre, el anfitrión, De la Sota fue concreto. “Es muy difícil construir un candidato en la provincia, hay que cerrar con Sergio Massa y que él sea la cara del proyecto”, sentenció el jefe del Ejecutivo cordobés. La postura de Hugo Moyano fue menos terminante. “Va a surgir otro candidato”, respondió el camionero. La teoría de De la Sota indica que no hay tiempos “para la construcción” de otro candidato. “La Ley electoral no da tiempos. No se puede instalar a otro, por más guita en publicidad que se gaste”, decretó el "Gallego", como se lo conoce al gobernador en la rosca política.
Lavagna es el más cauto. “Tiempo al tiempo”, repite el economista. El ex ministro de Néstor Kirchner sugirió un acuerdo con Mauricio Macri en la ciudad de Buenos Aires. Incluso contó que le propuso a Macri un armado de un frente peronista con una pata gremial que incluya a Moyano y a Gerónimo “Momo” Venegas. Según Lavagna, Macri lo puso en un problema: le dijo que sí. “A esta altura de mi vida no me voy a estar vistiendo de amarillo”, aseguró Lavagna, sosteniendo que de ese Frente depende su arreglo con el macrismo.
Facundo Moyano es el más joven y quien intenta recostar cualquier estrategia lo más lejos posible de la “vieja política”. Es el enlace directo con el intendente de Tigre, Sergio Massa, que sigue sin definir su futuro político. El diputado nacional insiste en esperarlo. Los que participan de las conversaciones sostienen que él es quien mejor visualiza el tablero político, con un pragmatismo responsable. “Si no se puede cerrar, nosotros no podemos estar atados a los tiempos de Massa”, repite una y otra vez De la Sota, que incluso sugirió a Francisco de Narváez como la última alternativa posible. Facundo Moyano también piensa que la mirada debe estar puesta en 2015 y no solo en lo coyuntural de 2013. Por el costado, y con luces bajas, Moyano hijo se transformó en uno de los principales armadores de una alternativa electoral peronista.
Massa también será invitado a Córdoba, pero su participación está casi descartada. “Acá nadie le va a imponer tiempos a Sergio”, sentencian desde Tigre. Está claro: Massa hace su juego. Ambos sectores coinciden en que el sciolismo se acercará por necesidad. La Juan Domingo ya sentenció que jugarán con candidatos propios.
En Balcarce 50 miran con cuidado lo que pueda llegar a cimentarse en Córdoba. Por ahora, saben que tienen la mejor carta: la presión de la caja. El problema surge cuando la abrazadera empieza a aflojarse.
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