jueves, 20 de diciembre de 2012

INMINENTE BEATIFICACIÓN DEL CURA BROCHERO

CURA BROCHERO

Anoche, diversas fuentes eclesiásticas esperaban con ansias un anuncio del Vaticano al respecto. De confirmarse, habría actos en el Arzobispado y en la localidad que lleva su nombre, en Traslasierra.-
Una firma. Tan sólo una firma del Papa Benedicto XIV resta para que la Iglesia Católica consagre beato a Gabriel Brochero, más conocido como el “Cura Gaucho”.
Y esa firma se esperaba entre ayer a la medianoche y las primeras horas de hoy. Al menos, eso indicaron  diversas fuentes eclesiásticas locales, las que se basaban en trascendidos provenientes directamente desde el Vaticano.
Secreto a voces. En Córdoba, las principales autoridades de la Iglesia tenían previsto –si ocurría anoche la firma del decreto– un acto en el Arzobispado con algunos de los sacerdotes que llevaron adelante la causa, el padre del niño que fue objeto del milagro atribuido a Brochero, y parte de los peritos que analizaron el suceso.
En Traslasierra, en tanto, la novedad tomó casi por sorpresa a las autoridades y vecinos, que sobre la hora se hicieron eco de los trascendidos.
En rigor de verdad, la posibilidad que el “Cura Gaucho” fuera beatificado (al menos en los papeles) antes de fin de año era una “fija” desde septiembre. De hecho, tanto Dante Simón, presidente del Tribunal Eclesiástico que instruyó la causa, como Santiago Olivera, obispo de la diócesis de Deán Funes, ya lo habían advertido hace algunos meses. Olivera hoy se encuentra de viaje por Roma.
El caso. El último milagro que necesitaba confirmarse para que Brochero se consagre fue avalado por una junta médica en el Vaticano en mayo pasado.
Se trata del total restablecimiento de un niño que hace 10 años sufrió un accidente grave en Córdoba, con paros cardiorrespiratorios serios y prolongados, y que mejoró sorpresivamente tras las oraciones “en favor de la vida” encomendadas al Cura Brochero, uno de los 44 argentinos que están camino a la santidad.
Selección. Argentina cuenta ya con un santo y siete Beatos. La primera fue la cordobesa María Tránsito Cabanillas.

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